Pedagogía de la Memoria

Creemos que la Pedagogía como señala Inés Dussel, no debe ser pensada como un camino o como el mejor modo de trabajar las estrategias más eficaces de transmisión de las memorias del pasado reciente, sino más bien, que la pedagogía debe ser un ejercicio de análisis de los discursos y las prácticas sociales que están disponibles, que circulan, nos rodean como sujetos y actores sociales del presente; y nos muestran cómo estamos atravesados por lo dominante, y al mismo tiempo cómo somos otro distinto que lo dominante. Es así que, evidentemente, no hay una única Memoria sino memorias en plural, que son objeto de disputa política, cultural, histórica y social donde los individuos, los grupos, las instituciones participan y construyen sentidos e interpretaciones que nunca son definitivas ni se clausuran. Es decir, se delinean en el marco de luchas y de relaciones de fuerza, que mutan y se transforman a lo largo del tiempo histórico, cristalizando en algunos momentos en relatos que logran grados de legitimidad social.

viernes, 17 de agosto de 2012

Revolución. El cruce de los Andes - Avance



"Revolución. El cruce de los Andes", una coproducción entre Canal 7, Canal Encuentro y el INCAA, dirigida por Leandro Ipiña. La película, protagonizada por Rodrigo De la Serna, recrea el cruce de la cordillera de los Andes del Gral. Don José de San Martín y su Ejército, en 1817.

jueves, 16 de agosto de 2012

Ordenaron el traslado de Menéndez


El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja ordenó esta mañana el traslado del exresponsable del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano BenjamÍn Menéndez, acusado por el asesinato de los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville durante la última dictadura cívico-militar, por lo que el inicio del juicio por los "Mártires de Chamical" comenzará en la tarde. El abogado querellante por la secretaria de Derechos Humanos, Ramiro Fresneda, aseguró que el juicio probará la existencia de "un plan sistemático de persecución contra la diócesis de Enrique Angelelli, que era una opción por los pobres". El excomodoro Luis Estrella y el excomisario de la policía de Chamical, Domingo Vera, son los otros dos imputados en la causa.
Murias y Longueville fueron acribillados en julio del 1976, dos semanas antes del falso accidente que acabó con la vida de Angelelli, con quien trabajaban codo a codo. Pero, para completar su teoría, el abogado cordobés recordó que entre los asesinatos de los dos curas y el de Angelelli, fue aniquilado también Wenceslao Pedernera, quien sin pertenecer a la Iglesia, acompañaba la misión pastoral de aquel cura que representaba una "opción por los pobres".
Fresneda indicó que durante el juicio podrán exponerse pruebas de que tanto sacerdotes como laicos cercanos a ese movimiento fueron perseguidos. En la misma línea se manifestó el secretario de Derechos Humanos de La Rioja, Domingo Bordón, quien advirtió que durante la dictadura militar se "demonizó a Angelelli" y que a todos los detenidos se los interrogaba sobre su posible relación con él.
En cuanto al traslado de Menénedez, el Tribunal tomó la decisión "en función de lo informado por la Junta Médica del Hospital Nacional de Clínicas de la ciudad de Córdoba, que concluyó que el mismo se encontraría en condiciones físicas de afrontar las instancias de un proceso judicial en cualquiera de sus modalidades".
El juicio se desarrollará en la sede del Superior Tribunal de Justicia que está ubicado en el quinto piso del edificio de la Avenida Perón 258, en el que también funciona el correo central local.
Fuente: Página 12 - Jueves 16 de agosto de 2012
Así informaron los diarios de la dictadura cívico militar en 1976.

Carlos Murias y Gabriel Longueville - Dos muertes como mensaje a Angelelli




CRISTINA MURIAS, LA HERMANA DE CARLOS, EL CURA ASESINADO EN LA RIOJA
Dos muertes como mensaje a Angelelli
Empieza en La Rioja el juicio por el homicidio de Carlos Murias y Gabriel Longueville, los dos sacerdotes que trabajaban con el obispo Angelelli, quien investigó sus muertes y también fue asesinado.
 Por Alejandra Dandan
Desde La Rioja
“Para mí lo que pretendieron cuando matan a Carlitos y a Gabriel es darle un mensaje al obispo: un mensaje para que se calle la boca, porque cuando hace la misa de cuerpo presente Angelelli dice: ‘Me pegaron donde más me dolía’”, dice Cristina Murias, la hermana de Carlos, uno de los dos curas mártires de Chamical. “Angelelli hizo la misa. Lloraba a moco tendido, no se preocupaba. ¡Cómo lloraba desde el púlpito! Y decía: ‘¡Donde más me dolía! Porque a Carlitos yo lo conocía desde los 12 años y yo lo ordené!’. Por eso yo creo que empiezan por Carlitos, y aparte porque los tenían a mano.”
Treinta y seis años después empieza el juicio por el asesinato de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, parte de la pastoral del obispo Enrique Angelelli, en una parroquia de Chamical. Los secuestraron el 18 de julio de 1976, los tuvieron en la Base de la Fuerza Aérea dilleel pueblo y arrojaron los cuerpos muertos dos días después con los ojos vendados y marcas brutales de tortura. Angelelli, que había ordenado a Carlos en Buenos Aires, celebró la misa de cuerpo presente. Cinco días más tarde fusilaron a un laico y quince después ejecutaron al obispo en el falso accidente de ruta que la Iglesia siempre ocultó junto con una carpeta con las investigaciones de los crímenes. El juicio empieza en una trampera llena de pedidos y contrapedidos de los dos acusados para que se detenga. Pero finalmente estamos aquí. La persecución a la pastoral y el trabajo de los curas por las tierras con el movimiento campesino será eje del juicio.
–¿Carlos había recibido amenazas?
–El 24 de marzo lo que empezó fueron las detenciones. Dos curas fueron detenidos, pero lo que hacían eran detenerlos en la ruta cuando iban de un lado a otro, les hacían parar el auto. Los tenían cuatro o cinco horas interrogándolos y los dejaban ir. También con las monjas. Después los citaban a la Base. A Carlitos lo citaron en junio, lo sé por él. Lo acompañó otro cura. Le dijeron: “¡Qué cristianismo es el de ustedes! ¡Eso no es cristianismo!”. Entre marzo y junio hubo muchas citaciones. Después vino Augusto Pereyra, lo citan, no va y caen a buscarlo a la casa de una feligresa. Y tiene que ir. Decían que Chamical era un nido de guerrilleros. Ahora yo creo que Carlitos lo presentía.
–¿Por qué?
–Lo vimos en junio (en Córdoba) cuando murió papá. Le dijimos que se cuidara. “No creo que se animen con un obispo”, nos dijo. Cuando vuelve a Chamical, aparece De Tomasso (alguien cuyo nombre está en la causa, ligado a otra escena en la que un comodoro de apellido Bario aparece a comienzos de los ’70 como dueño de una extensión de 68 mil hectáreas en el oeste de Chamical. Carlos, Gabriel y Angelelli trabajaban con los campesinos ahí para intentar alguna organización contra los que querían embaucarlos. Aquel De Tomasso reapareció en Córdoba mientras se llevaban adelante esos trabajos). Un día nos dijo: “¡Díganle a su cuñado que se calle la boca!”. Esa noche fuimos al teléfono de mi mamá. Llamamos a Carlitos y nos dijo: “No vuelvan a llamar a la parroquia, ni me hablen desde lo de mami. No importa, nosotros ya sabemos”. ¡Cómo no iban a saber, si la Base estaba enfrente de la parroquia! O sea, no había que decirles a los militares qué hacían ellos.
–Un día antes del secuestro Carlos dio una misa.
–Cuentan las feligresas que va a dar misa en la parroquia de Santa Bárbara. Y cuando termina la misa dice: “Recen por este cura que está amenazada la vida”. Cuando (uno de los dos acusados del juicio, el ex comisario Domingo Benito) Vera las cita a declarar, le cambian lo que dicen. Vera siempre manejó la causa, desde el primer momento.
–¿Cómo vive este momento?
–Con una terrible ansiedad, con mucha angustia porque en esta provincia somos minoría y esperando que al final salga la verdad. Durante todos estos años he tratado de aportar todo. Pero estoy esperando, esperando que al final el bien triunfe sobre el mal.
–¿La angustia es por lo que usted llama blindaje político de los acusados?
–Yo veo que Vera, oriundo de Chamical y del que todo el mundo sabe que estuvo ahí, porque lo vieron, porque dejó de ir a la Iglesia, nunca estuvo preso en estos 36 años. Tiene parientes en la cámara de Chamical; su abogado los tiene en el superior tribunal, y así. Yo veo que tiene mucho respaldo político. Y la angustia es porque ya en una oportunidad la Justicia provincial hizo un juicio con sólo dos imputados (dos ex convictos); ningún juez encontró conexiones locales, fueron absueltos y terminamos prácticamente con nosotros imputados. Ahora me da miedo de que pase lo mismo, pero me alientan los abogados, la querella de la Secretaría de Derechos Humanos y el fiscal de Córdoba.
Cristina acaba de llegar de Córdoba con su hermana. Revuelve unas carpetas y desde adentro de una bolsa saca dos fotos chiquitas en blanco y negro. El cura Carlos bautiza a uno de sus hijos. Era enero de 1976. En la foto Carlos la abrazó: “A mí me dijeron que ese abrazo me iba a acompañar toda la vida –dice–, así, acá, me lo imagino en el juicio”.
Fuente: Página 12 - 16 de agosto de 2012

miércoles, 15 de agosto de 2012

Pablo Javier Gaona Miranda el nieto 106 que recupera su historia


 

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la restitución de la identidad a Pablo Javier Gaona Miranda, hijo de padres desaparecidos, quien se convirtió en el nieto 106 en recuperar su historia.
Pablo Javier Gaona Miranda, nació el 13 de abril de 1978 y fue secuestrado el 14 de mayo de ese mismo año, hijo de Ricardo Gaona Paiva -nacido en Paraguay- y de María Rosa Miranda, oriunda de Córdoba.
Durante el anuncio, realizado en la sede de Abuelas, su presidenta Estela de Carlotto leyó el comunicado en el que explicó que "Pablo Javier fue separado de sus padres al año de vida y hoy, después de 34 años, fue liberado de la mentira, después de haberse acercado el 29 de junio pasado con dudas acerca de su identidad".
"Inmediatamente fue derivado a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para la realización del examen de ADN, y los resultados acreditaron su verdadera filiación", señaló Carlotto.
La titular de Abuelas de Plaza de Mayo explicó que el padre de Pablo, "Ricardo Gaona Paiva, nació en 20 de septiembre de 1956, militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), estuvo detenido en la comisaría de Villa Martelli y en la cárcel de Olmos y a poco de recuperar su libertad se integró al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), al igual que su madre".
En este sentido, agregó que "en la militancia a ella la llamaban "Silvia" y a el "Paraguayo", además Ricardo trabajaba como encargado en un edificio en el centro porteño donde se mudaron con María Rosa y, luego, el 13 de abril de 1978 nació Pablo en el Hospital Rivadavia".
Según se leyó en el comunicado, los padres de Pablo fueron vistos con vida por última vez, "el 14 de mayo de 1978 cuando se dirigieron a Villa Martelli a la casa de los padres de Ricardo para festejar el aniversario de la independencia de Paraguay".
Carlotto informó que "hoy sabemos que el niño fue entregado a un matrimonio como hijo propio y el entregador fue un coronel retirado, primo del hombre que lo crió".
Además agregó que, "Pablo Javier siempre supo que no era hijo biológico aunque le contaban que lo habían traído de la provincia de Misiones y en 2001 empezó a preguntarse por su identidad, pero en 2008 manifestó sus dudas a la mujer que lo crió, quien le confirmó su sospecha: era hijo de desaparecidos".
"Hoy Pablo Javier se puede encontrar con sus tíos, primos y una abuela, que tiene 82 años y que siempre lo buscó", resaltó Carlotto, acompañada por el tío paterno de Pablo.
Por otra parte, en el comunicado, las Abuelas resaltaron que están cumpliendo 35 años de búsqueda, y "la lucha sigue siendo tan desesperada como al principio; con el agravante de que el tiempo se nos acaba pero el recambio generacional está asegurado".
Por último, remarcaron la importancia de que "la justicia haya demostrado que los nietos fueron víctimas de un Plan sistemático de robo de bebés, que fue posible por los militares pero también por la anuencia de la sociedad, que hoy nos acompaña y nos puede ayudar a encontrar a los nietos que faltan".
El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, afirmó que "recuperar la identidad de otro nieto es para el Estado Argentino, y para los militantes que tenemos vocación por la Patria, una alegría, porque hay otro argentino con el pleno goce de sus derechos, sobre todo a su identidad".
Fresneda, también agradeció "a la prensa por haber dado lugar durante mucho tiempo a las denuncias de las Madres y las Abuelas", y resaltó que "transitamos una Argentina de la verdad, desafiando la impunidad día a día, tal como fue la convicción de Néstor Kirchner y la es hoy en la presidenta Cristina Fernández de Kirchner".
Por su parte, el tío de Pablo Javier allí presente, agradeció especialmente "a todos los que me acompañaron en esta búsqueda, como la comunidad paraguaya y los compañeros del Movimiento Evita".
Durante la conferencia, también estuvieron presentes los nietos recuperados Victoria Montenegro, Francisco Madariaga y Tatiana Ruarte Britos, entre otros; los legisladores Remo Carlotto, y Gabriela Alegre; Marita Perceval, de la secretaría de Derechos Humanos; y Elsa Oesterheld, viuda del escritor Héctor Osterheld.
Carlotto, acompañada por Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas, por su hija Claudia (presidenta de la CONADI), destacó que "aún nos falta encontrar a muchos nietos y entre ellos está el hermano de Martín (Fresneda)".
"Hoy es nuestro secretario de Derechos Humanos y lo acompañaremos en todo, porque además lo conocemos de chiquito, ya que su abuela Otilia Argañaraz es una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo en la provincia de Córdoba, ya somos una gran familia", concluyó Carlotto.
(Fuente: Diario digital de la agencia de noticias Télam - Política, 07/08/2012, 17 hs.)