La titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, anunció la recuperación del nieto 102, hijo de María Graciela Tauro y de Jorge Daniel Rochistein, cuya identidad permanece aún en reserva, razón por la cual no se mostró en la conferencia de prensa.
"No es un caso sencillo. Está en un proceso duro, no único. Pero por la experiencia que tenemos éste va terminar bien", subrayó Carlotto al explicar el porqué de la ausencia y de la carencia de más datos del joven.
Carlotto, quien estuvo acompañada de otras Abuelas y de no menos de seis nietos recuperados, dijo que "fue el juez Rodolfo Canicoba Corral al que le correspondió decirle la verdad".
El juez federal número 6 le propuso al nieto identificado el cambio de ropa y obtuvo el asentimiento del afectado, quien entregó cuatro elementos de su vestimenta, según el abogado de las Abuelas, Alan Iud.
"En las cuatro prendas entregadas, la identificación fue positiva", agregó Iud.
En la conferencia estuvo presente el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quien puntualizó que "este caso nos fortalece, a pesar de las medidas dilatorias que ocurren en el caso Noble-Herrera".
Desde Abuelas señalaron que el caso de la intervención activa del juez Canicoba Corral "sirve como antecedente de lo que puede hacer un magistrado para resolver la identidad de un joven apropiado".
Las Abuelas llegaron a detectar la pista de la verdadera identidad del joven a través de una información que salió de "alguien vinculado al aparato represivo", contó Carlotto.
El represor que se había apropiado del hijo Rochistein-Tauro está "prófugo y participa de la responsabilidad del caso la pareja".
"El nieto 102 salió de la ESMA en manos de éste criminal. Es parte del aparato represivo", añadió Carlotto, quien no quiso confirmar que fuera un marino ni un oficial superior de la Armada.
Carlotto admitió que "es un miembro retirado de las Fuerzas Armadas".
Los padres del nieto recuperado fueron secuestrados el 15 de mayo de 1977. Ambos padres eran oriundos de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.
El matrimonio fue secuestrado en Hurlingham, con María embarazada de cuatro meses.
La pareja fue vista en la comisaría 3 de Castelar y también en la Mansión Seré, que era administrada por la Fuerza Aérea.
Después fueron trasladados a la ESMA, donde en noviembre de 1977 María dio a luz un varón, asistida por el médico militar Jorge Luis Magnacco, según el testimonio de las víctimas que compartieron el cautiverio, afirmaron las Abuelas en la presentación del nieto recuperado número 102.
Fuente: LRA Radio Nacional Buenos Aires