Pedagogía de la Memoria

Creemos que la Pedagogía como señala Inés Dussel, no debe ser pensada como un camino o como el mejor modo de trabajar las estrategias más eficaces de transmisión de las memorias del pasado reciente, sino más bien, que la pedagogía debe ser un ejercicio de análisis de los discursos y las prácticas sociales que están disponibles, que circulan, nos rodean como sujetos y actores sociales del presente; y nos muestran cómo estamos atravesados por lo dominante, y al mismo tiempo cómo somos otro distinto que lo dominante. Es así que, evidentemente, no hay una única Memoria sino memorias en plural, que son objeto de disputa política, cultural, histórica y social donde los individuos, los grupos, las instituciones participan y construyen sentidos e interpretaciones que nunca son definitivas ni se clausuran. Es decir, se delinean en el marco de luchas y de relaciones de fuerza, que mutan y se transforman a lo largo del tiempo histórico, cristalizando en algunos momentos en relatos que logran grados de legitimidad social.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

'Allá por el año 2000, un grupo de actores resolvió una difícil ecuación que plantea el problema de cómo unir la militancia social con la actualidad profesional. Era demasiado fuerte la necesidad de poner al servicio de la causa de las Abuelas de Plaza de Mayo, de su noble y dificultosa lucha por la restitución de más de 500 niños secuestrados y apropiados durante la dictadura militar, toda la potencia artística y la fuerza expresiva y comunicativa de un medio como el teatro. Los actores saben de las increíbles cosas que pueden suceder durante el breve instante de magia que se enciende en una representación teatral. ¿Por qué no encender esa llama sagrada al servicio de otra causa sagrada?
¿Por qué no usar ese poder de movilización emocional para "movilizar" las dudas y los motores internos que lleven a la verdadera identidad?
Así nació teatroxlaidentidad y el objetivo estuvo logrado. Muchos jóvenes se presentaron en las oficinas de Abuelas, con dudas acerca de su identidad. Habiendo presenciado obras teatrales que problematizaban el asunto, que lo comprendían en su verdadera profundidad, que dejaban de lado el panfleto y la resolución esquemática para darle la dimensión trágica que realmente tiene, los jóvenes podían tener esperanza de dejar de ser botín de guerra (1) para nacer otra vez a la compleja y quizás dolorosa pero siempre liberadora experiencia de enfrentarse con su verdadera identidad.'

Luis Rivera López





Nota del administrador del sitio:
(1) Dudé en incluir el párrafo, resistiéndome en principio a la expresión: "botín de guerra", luego pensé que no transcribirlo configuraba una intervención censora. Me decidí entonces a respetar la integridad del texto, e insertar al pie del artículo una nota aclaratoria. Más tarde pensé que el sentido inscripto en el discurso de quién escribe (Rivera López), es que para los apropiadores/secuestradores, los jóvenes apropiados/secuestrados, eran/son "botín de guerra" .

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