Lo informaron fuentes de la asociación, que indicaron que se trata de un hombre de 38 años, cuya madre biológica se encuentra con vida.
Las
Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron que fue recuperado el nieto número 119, un
hombre de 38 años de edad, cuya madre biológica se encuentra con vida y con
quien se encontrará este martes en la Ciudad de Buenos Aires.
No
se trata del primer caso de este tipo. Hubo otros cinco nietos que recuperaron
su identidad robada por el terrorismo de Estado y se reencontraron con sus
padres biológicos.
Tras
trascender la noticia por las redes sociales, Abuelas convocó para mañana a las
16 en su sede de Virrey Cevallos 592 1° 2 con el propósito de brindar detalles
sobre el encuentro del nieto 119.
“Felizmente
otro hombre ha conocido la verdad sobre su origen y los invitamos compartir la
feliz noticia con nosotros”, señaló hoy el comunicado de prensa.
Con
todo, hoy trascendió que se trata de Mario Bravo que vive en la localidad
santafesina de Las Rosas, perteneciente al departamento de Belgrano, ubicada a
unos 400 kilómetros al noroeste de Rosario.
La
mamá de Mario emprendió hoy el viaje en ómnibus desde Tucumán, donde en 1977
nació él en cautiverio, para reunirse mañana en la Ciudad de Buenos Aires.
Bravo
comentó a la radio Renacer Regional de Santa Fe que habló telefónicamente con
su madre en los últimos días y en esas charlas le rememoró “momentos muy duros
que padeció, me contó que recuperó la libertad después de dos años de
cautiverio pero siempre amenazada para que mantenga silencio sobre lo ocurrido”.
“Ella
estaba amenazada en otras épocas y con el agravante en un tiempo que seguía en
el gobierno (de Tucumán) el represor Antonio Domingo Bussi, que fue elegido en
elecciones, creo, en 1995, hay que entenderla”, expresó.
Al
respecto, señaló que su madre comenzó a buscarlo en el 2007 “y lo primero que
hizo fue dar sangre en el Banco de Datos Genéticos, luego se investiga con
pruebas y contrapruebas hasta que hace unos diez días me llamaron de la oficina
de derechos humanos para darme el resultado”.
“No
sé si yo mismo tomé la magnitud de lo que significa todo esto”, admitió en la
entrevista por la emisora santafesina.
En
esa línea, Bravo señaló que “mi madre biológica tiene una gran necesidad de
verse conmigo, desde que hablamos por primera vez ella cuenta los segundos que
faltan para vernos” y agregó que sus padres adoptivos ya fallecieron.
Mario
vivió siempre en Las Rosas, una pequeña ciudad de 15.000 habitantes, donde al
poco de enterarse de su identidad, lo supo “todo el mundo en el pueblo”.
“Tenemos
muchísimas sensaciones por todo lo que estoy viviendo ahora, soy padre y esto
me impulsó mucho para buscar mi verdadera identidad, la procesión va por
dentro”, admitió.
Sobre
su madre biológica, Bravo contó además que “está con una ansiedad terrible, y
se fue en colectivo desde Tucumán a Buenos Aires, y yo también cuento las
horas, los minutos, los segundos para verla. Ella me esperó siempre con mis
hermanos de allá”.
“Hoy
escucho tu voz, y cuando naciste sólo escuché tu llanto, no sabía si eras varón
o nena, porque estaba encapuchada”, comentó hoy a la radio santafesina sobre
uno de los diálogos con su madre.
El
último hallazgo, correspondiente al nieto 118, había ocurrido el 5 de noviembre
pasado, cuando Abuelas anunció la restitución del nieto de Delia Giovanola de
Califano.
A
través de su cuenta en la red social Twitter, Ignacio Montoya Carlotto, nieto
recuperado de Estela Carlotto, fue uno de los primeros en hacerse hoy eco de la
novedad de la recuperación del nuevo nieto: “Como siempre, la grata y hermosa
noticia de encontrar otro nieto más. ¡El 119!”, tuiteó poco después del
mediodía.
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